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martes, 28 de junio de 2011

14 RIESGO CAMBIARIO EN BOLIVIA


En la situación presente ningún economista se atrevería a hablar de recesión en Bolivia. De hecho, actualmente están en debate los problemas relacionados al desarrollo. Lejos han quedado los tiempos en los que el fantasma del desempleo rondaba, ahora se discute cómo lograr que más bolivianos abandonen la pobreza.
El sistema financiero ha tenido un papel importante en el crecimiento de la economía del país. Los datos contenidos en la “Memoria de la Economía Boliviana 2010”, publicada por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, constituyen una fuente interesante para analizar su influencia.
La moneda de mayor uso en la banca es el boliviano. A fines del año pasado, el 56% de los depósitos y el 58% de los créditos estaban denominados en dicha unidad monetaria. Un aspecto resaltable es que por primera vez la bolivianización de créditos supera a la de los depósitos. Esto muestra que este fenómeno persistirá durante mucho tiempo, pues se ha producido el “calce” entre activos y pasivos del sistema financiero.
Que el sistema financiero preste más en nuestra moneda nacional es algo nuevo. Tradicionalmente lo que hacía era pasar el “riesgo cambiario” a los clientes. Es decir, contaba con depósitos en bolivianos, pero prefería colocar préstamos en dólares. Actitud natural, pues se consideraba que los verdes billetes eran más “confiables” que los multicolores nacionales. Hoy se ha invertido dicha situación.
La banca se ha democratizado. En 2005 las cuentas con saldos menores a 1.000 dólares americanos llegaban a 1,56 millones. En 2010 llegaron a aproximadamente 4,3 millones. Lo que representa un crecimiento de 175%. Esto se explica por el buen momento económico que pasa el país que ha hecho que la capacidad de ahorro se incremente en los sectores de menores ingresos.

Los pequeños artesanos y microempresarios están demostrando que aprovechan una macroeconomía estable. Si bien las tasas de interés han descendido. A menudo ellos deben pagar tasas activas que fluctúan alrededor del 20% anual, debido a que no siempre cuentan con las garantías hipotecarias exigidas por los bancos. No obstante, han cumplido con creces sus obligaciones. De ahí que la mora ha descendido bastante. En 2005, ésta superaba el 10% de la cartera neta, en 2010 dicho indicador descendió a 2,1%. Lo que quiere decir que casi el 100% de los créditos se están pagando con puntualidad. Aspecto que también refleja que no se están acumulando inventarios, pues todo lo que se produce se está vendiendo.
                                                                                                                              
De acuerdo a la Memoria, el crédito productivo representa el 35% del total de la cartera del sistema financiero. El financiamiento a este tipo de actividades se incremento en 17,3% respecto a la gestión 2009. Destaca en este comportamiento el crecimiento de agricultura y ganadería (9,1%), minería (21,8%) y construcción (28,7%).

En este camino el papel de la política financiera llevada adelante por el Gobierno ha tenido su incidencia. El Banco de Desarrollo Productivo (BDP) contaba en 2007 con una cartera de 281 millones de bolivianos, en 2010 llegó a 1.263 millones de bolivianos.

La Memoria destaca que se han establecido “límites a las inversiones en el exterior, que permitió la existencia de mayores recursos para ser canalizados hacia créditos”. También resalta que se ha establecido un “acuerdo con la banca” que permite una disminución de 70 puntos básicos en las tasas de interés “para operaciones de crédito destinadas al sector productivo contratadas por el sector de micro, pequeñas y medianas empresas”.
Elementos que, sin duda, han contribuido a la construcción de un sistema financiero sólido que impulsa el desarrollo del país
Monografía        
Presentación    

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